domingo, 8 de abril de 2012

Here she comes..

Era el verano del 2009, había pasado medio año desde que concluí mis estudios técnicos en la carrera de Marketing, y me entró el "bichito" por empezar a trabajar. Luego de una búsqueda de semanas en diarios y páginas de internet, no lograba encontrar algo que se ajuste a mis expectativas. La mayoría de ofertas laborales atractivas pedían mínimo de dos años de experiencia en puestos similares, y yo aún no cumplía con aquel dichoso requisito.

Cuando ya me disponía a seguir alargando mis "vacaciones", y de paso aprovechar la temporada veraniega, mi mejor amiga me avisó de algo que podría interesarme..
Elizabeth, llevaba casi un mes trabajando en la tienda "Do It" del Real Plaza, y justo se había enterado que necesitaban un vendedor en "Two Music", una tienda de discos ubicada en el mismo centro comercial. Me pasó el dato con quién había que contactarse y dejar el curriculum. Así fue como, a finales de enero de ese año, empecé mi primer trabajo "formal".
A pesar de lo sencillas que eran mis funciones, al comienzo me resultaba un toque complicado adaptarme a mi horario de trabajo: Lunes a Domingo, de 2 a 10pm, con descanso los días miércoles.
De todas maneras, lo chévere era que casi todos los días tenía cerca a mi mejor amiga y, de hecho, nos juntábamos a la salida, para comer algo juntos y acompañarla hasta su casa.

En mi experiencia en "Two Music", pude percatarme lo "pop" que es el público que compra en Real Plaza. Los recurrentes pedidos de cada día eran discos de Rihanna, Kathy Perry, Black Eyed Peas, John Mayer, Jason Mraz; ello sumado a unas cuantas personas que buscaban discos de Coldplay y Linkin' Park; y la infaltable "chibolada" que iban con sus padres por cds y/o dvds de Jonas Brothers y Miley Cyrus.

Temprano, en una tarde en la que no había habido mucho movimiento en la tienda aún, ingresa una chiquita muy particular. Ella traía el cabello desordenado, con mechones rubios y fucsia, usaba shorts jeans y una camiseta pigmentada, tenía un piercing en la ceja y otro en el labio. Era pequeña, delgadita, pero con una estilo que parecía una "rebel-teenager". Recuerdo perfectamente su look, porque llamó mucho mi atención.
Después de unos minutos en revisar los discos en exhibición, se acerca al counter, me sonríe y  pregunta:

-"¿Tendrás el disco Breakfast On The Morning Tram de Stacey Kent?"
Realmente yo no tenía ni idea de quién era dicha artista, lo cual se evidenció en mi rostro y en mi respuesta.
-"Se nos ha terminado, pero podemos hacerte el pedido..."
Ella, sonrió, hizo un gesto gracioso y me dijo:
-"¿No la has escuchado, cierto? Hace jazz, y canta espectacular."
Yo, un poco en aprietos:
-"Ehh, bueno.. Sinceramente, en el tiempo que llevo acá, eres la primera persona que me pregunta por un disco de ella"
Ella, sin dejar de sonreir:
-"No hay problema, igual no es tan popular, pero a mi me gusta. Deberías escucharla. Te recomiendo sus discos Dreamsville y The Lyric", son demasiado buenos".
Yo, siguiéndole la hilación:
-"Ahh, chévere. Muchas gracias por el dato, trataré conseguirlos".
Ella, de una manera más directa.
-"Si gustas, yo te los puedo pasar. Igual, como regresaré para cuando llegue el pedido del disco que te dije, allí puedo traértelos".
Ahora, yo también sonriéndole:
-"¡Perfecto!. Voy a registrar tu pedido y esperaremos por los discos de Stacey".

Entonces, procedí a tomar sus datos, siguiendo el formato para pedidos discográficos de la tienda.
A pesar de que al comienzo yo suelo ser introvertido, la forma en que Romina se dirigió hacia mi, me animó a también proporcionarle mi número de móvil, "por si haya alguna novedad sobre los discos".

 Dicen que mucho tiene que ver el primer contacto, la primera conversación, para fijarte si encuentras "onda" con alguien. A pesar del aspecto físico poco convencional de esta chiquita, me agradó el pequeño acercamiento que tuvimos, me gustó mucho su actitud.

Así fue como Romina apareció..




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